Duran aproximadamente un mes, aunque a partir de la segunda o tercera semana (según cada persona), comienzan a caerse con el ciclo natural de las pestañas naturales.
El tratamiento se realiza en unos 90 minutos, durante los cuales debes mantener los ojos cerrados por precaución, ya que los vapores del pegamento pueden irritar el ojo. Se pegan pestaña a pestaña sobre la natural, con una prolongación extra según lo que se desee, desde uno o dos milímetros más que la pestaña natural.
Se trata de un pegamento quirúrgico. No es habitual que provoque reacciones alérgicas. Sin embargo, si sucede, se recomienda acudir al centro para retirar las extensiones.
Hay que esperar un tiempo mínimo de 48 horas sin que caiga agua por encima. Sí, puedes lavarte la cara y ducharte, pero haciéndolo con cuidado para que el agua no caiga con fuerza directamente en las pestañas. Pasado este tiempo, puedes hacer vida normal, incluyendo ir a la piscina.
Sí, puedes hacer retoques a partir de la segunda semana y en la tercera semana para conservar tus extensiones por un periodo de tiempo.